miércoles, 15 de junio de 2011

De costa a costa




Por María Grazzia Li.

El Perú es un país muy diverso, desde su cultura, su biodiversidad, su gastronomía y sus postres. Contamos con una gama de ingredientes, que con mucha creatividad se mezclan para el deleite de nuestro paladar. En esta ocasión queremos compartir los postres por cada departamento del norte del Perú:

TUMBES:
Este departamento  conocido por tener una de las mejores playas del litoral también cuenta con el conocido Antecoco, preparado con natilla de coco a la que se suele añadir granos de arroz para espesarla. Es el postre emblemático de Tumbes.

PIURA:
Piura no solo es Mancora y chifles, dentro de su gran variedad de deliciosa gastronomía se encuentran postres y dulces como las natillas, las roscas de miel, las bolitas de tamarindo, el manjar blanco, las acuñas de maní, el quesillo con miel, los gofios y bocaditos a base de chancaca. Destacan además los mazapanes, la tortillas de maíz, los alfeñiques y las colaciones; el champús de piña y el yupichin, una mazamorra de bayas de algarrobo espesada con harina de maíz, cuyo nombre y origen parece ser prehispánico.

LAMBAYEQUE:
Es imperdonable pasar por Lambayeque sin antes probar su variedad de king Kong, este dulce que incluye dulce de maní y manjar blanco, toma este apelativo por el gran tamaño y porque en la época en que aparece se veía la famosa película de este nombre; otros postres que se pueden probar en Lambayeque son: las chancaquitas, los ajonjolíes, el machacado de membrillo, las cajas, los suspiros, las cuñas, los higos soñados rellenos o al jugo.

LA LIBERTAD:
Por ser uno de los departamentos que se unió a la causa emancipadora del país recibió el nombre de La Libertad, este prueba desde hace años el delicioso arroz zambito, el arroz con leche, el manjar blanco, el fríjol colado, los melocotones al jugo, el manjar blanco prieto, hecho con chancaca o azúcar quemada, la leche asada, los budines de coco o manzana, las manzanas asadas, el manjar blanco de chirimoya, el dulce de mamey y la crema de naranja.

Trujillo:
Departamento conocido como la “ciudad de la eterna primavera”, contaba a fines del siglo pasado con el alfajor de Trujillo, el cual era famoso en todo el país. Era una masa de “hojas” rellena con miel de chancaca o miel espesa con rosquitas de manteca molida. A estas mismas hojas se les ponía dulce de piña, de membrillo o de manjar blanco; sus alfajores de yemas son también famosos.

LIMA:
Hace unos años se solía decir de los limeños natos como que es un “limeño mazamorrero”, pues nuestra capital está identificada  con la mazamorra, en particular con la mazamorra morada y la de cochino. Al igual que los arroces como: el de leche, el zambito. De igual manera es limeñísimo el turrón de doña Pepa, característico del mes de octubre y la procesión del Señor de los Milagros. Lima, también es la ciudad de los bizcochos, para acompañar el riquísimo chocolate. El más famoso era el pan dulce. Los helados eran otro deleite de la sociedad limeña por lo general de leche o piña.

La tradición limeña de los dulces data desde la época de la colonia, ya que los españoles trajeron sus costumbres e insumos que no se encontraban en el país. Desde ese entonces muchos dulces se han ido quedando en los cuentos de las abuelas. Dulces limeños se pueden mencionar muchos: por ejemplo las revoluciones calientes, las laboriosas nueces de nogal, que se demoran en su preparación 365 días y se preparan con cenizas de madera; los provenían de familias acomodadas y mantenían sus comodidades y costumbres refinadas, siendo educadas en las artes culinarias. Se cuenta que en las celdas tenían sus propias cocinas, donde producían los más deliciosos banquetes y dulces y lograron ganar inmensas fortunas con la comercialización de sus exquisitos manjares.

Sor Juana Inés de la cruz fue una de las monjas representantes de este arte; y escribió un libro de recetas y un poemario sobre lo mismo. Eran especialistas en los manas, la bola de oro, el bien me sabe de yemas, etc.

Una de las costumbres limeñas actuales es la de combinar la mazamorra morada con el arroz con leche, mixtura denominada “el clásico”, es decir “u” y “alianza” o combinado. Otra manera de servirlo es “la bandera peruana” es decir, en medio de dos capas de mazamorra morada, va una de arroz con leche. De igual manera tenemos que mencionar algunas reliquias, como el alfajor limeño (que tenía tres capas), los higos verdes, el membrillo, el dulce de camote, de melocotones, los nísperos, el ranfañote, el sanguito, el champús, el bien me sabe de yemas.

ICA:
Este departamento lleno de historia, misterio por las líneas de Nazca, sus viñedos, sus vinos y piscos, es famosa también por sus dulces de fruta que se hacen de acuerdo a la estación; de higos, de mango, de piña, de uva Italia, de níspero serrano, dátales.
Un dulce tradicional de ICA es el manjar blanco que se combina con frutas. Una de las combinaciones más especiales es el manjar blanco de pallares y de fríjol colado. Este departamento también cuenta con sus famosas tejas que combinan frutas con manjar blanco. En los años 50 solo se preparaban de limón, toronjas o higos; la cuales se rellenaban con manjar blanco y se bañaban con fondant. Estas se envolvían en papel de seda. Por los años ochenta aparecen las tejas de pecanas, las chocotejas de limón, naranjas, guindones y pasas borrachas, inspiradas en los “besos de moza”.
Otros dulces populares iqueños son: sus galletitas, paciencias, rosquitas y besitos.

AREQUIPA:
La ciudad blanca cuenta con el tradicional queso helado, los buñuelos, las guaguas de bizcocho o mazapán y las mazamorras; los confites de colores y la chicha dulce de piña o de otras frutas. La conocida tienda “la Ibérica” cuenta con dulces como toffes, chocolates rellenos o mazapanes. Lo importante de estos mazapanes es el arte en su decoración, la cual probablemente provienen del convento santa catalina.
Otros deliciosos postres y dulces arequipeños son los alfajorcitos, voladores, empanadas de paso, maicillos, cajitas de manjar blanco, bizcocho de canela, natillas, cachito con manjar, panetón de natilla, panetón de canela, roscas de yema y alfajores de penco. Eran famosos en el siglo pasado sus caballeros de Ángel y las polvaredas de santa catalina.

MOQUEGUA:
Es el único departamento en el Perú donde a lo largo de 450 años, la creatividad del pueblo ha estado centrada en la confección de diferentes clases de dulces y en la elaboración de vinos y aguardientes. Las masas son muy crujientes, esponjosas, livianas y delicadas. La relación de postres moqueguanos sobrepasan a los doscientos, sin embargo no todos son conocidos en la capital. El más famoso postre es el alfajor de penco, cuyo antiguo nombre era alfajor de yemas. La torre de hojuelas es otro de sus postres espectaculares, así también la empanada de carnaval, cuya masa se hace de oporto, yemas, harina, manteca, clavo de olor y canela, para luego rellenarla de dulce de membrillo y llevarla al horno. Los alfajores, bizcochos, budines, buñuelos, conservas, cremas, empanaditas, galletas, manjares, pastelillos, tortas y turrones son muy cotizados. Se distinguen por su arte en la pastelería, emplean siempre algún tipo de licor de la mejor calidad

TACNA:
Tiene una tradición de dulces similar a la de Arequipa y Moquegua. Sin embargo, se distingue por su exquisito y conocido pastel de choclo y sus conservas de frutas.



Dulces Tradiciones



Por Debora Vílchez

Además de los postres de antaño que queremos se han ido perdiendo y que queremos difundir a través de Dulcemente Peruano, no podemos olvidarnos de los dulces tradicionales como los Champús, el Frijol de Chincha, la Mazamorra Ancestral, entre otros, que hasta hoy, siguen en el gusto de nuestro seguidores y por ello queremos compartir su preparación y el delicioso sabor de cada uno de sus ingredientes.

¿Cómo se elaboran?

Champús

En las tradicionales champucerias limeñas, allá por el años de 1820, era común ver en la puerta un muchacho que desde las siete de la noche daba el siguiente pregón: “¡champús caliente! ¡Vamos con el café limeño que ya se acaba!
El champú o pichu’pa, está preparada a base de harinas de achita o maíz tostado, muy  utilizados en la Cultura Tallán, a su vez se le agregan frutas asoleadas (dependiendo del sabor del champús) para que lo endulce.

Frijol de Chincha

A fines del siglo XIX un dulce secreto era transmitido de boca en boca. Se trataba de la receta del fríjol colado, antiguo postre elaborado con miel de chancaca, nuez moscada y vino tinto
La receta tradicional de este manjar indica que se debe echar medio kilo de fríjol negro en una olla con agua puesta sobre fuego. Cuando el agua cambia de color se le muda y se deja hervir un tiempo.  A continuación se le añade un paquete de canela, cinco o seis clavos de olor, una chancaca entera y se deja hervir. El azúcar no se debe dejar re cocinar con los frijoles, se esperara que hierva para que los frijoles no se deshagan.

Este dulce es típico de chincha y su envase clásico es el mate o calabazo al que le cortan la tapa, le quitan las semillas y lo limpian para usar como deposito del manjar.

Mazamorra Ancestral

La mazamorra peruana tiene orígenes pre-hispánicos. En antiguas crónicas existen referencias a la “motalsa” o “ishkupcha”, mazamorra gruesa de maíz amarillo, poco dulce, espolvoreada con un poco de cal viva. La historia nos habla así mismo de una mazamorra de quinua lavada y cocida o tostada que se consumía con el altiplano.

También existe una muy rica variedad de la antigua mazamorra a base de calabaza seca mezclada con maíz. Algunos eruditos afirman que el nombre de mazamorra viene de la palabra árabe “matmora”, postre procedente del maghreb, que se hacía con harinas, leche, chancacas y especies.

Esta receta se acriollo con la incorporación de la harina de maíz en vez de la de trigo. Mas tarde y mediante una sofisticación se elaboraría a base de exclusivo maíz peruano, y tendríamos como resultado a la más famosa y deliciosa mazamorra morada.

El Turrón de los Milagros

Muchos  de los prostres nacionales están ligados íntimamente con diversas festividades religiosas. Tal es el caso del turrón de doña pepa, el cual forma parte de los tradicionales festejos del mes de octubre, mes dedicado a la devoción del Señor de los Milagros.
El origen de este dulce se remota en la historia de Josefa Marmanilloa. Esta señora era una negra esclava en la época colonial. Fiel a sus amos y buena cocinera, pasaba sus días trabajando con alegría, agradecida por el trato cariñoso que recibía. Un día sintió que su agilidad disminuía y que una lenta parálisis la entorpecía en sus quehaceres. Desesperada ofreció seguir la procesión del Cristo moreno; así lo hizo y a las pocas cuadras de este famoso recorrido sintió que sus miembros recobraban su antigua agilidad. Ante tal milagro ofreció dedicar sus esfuerzos a servir al señor.
Esa noche vio en sueños la fórmula y preparación de un dulce novedoso, nunca antes conocido. Al otro día, al levantarse, se dirigió a la cocina y preparó la nueva receta, tal cual la había soñado. La llevo al atrio de la iglesia del Señor de los Milagros y lo repartió entre los pobres. Año tras año, en el mes de octubre, ella cumplió con su promesa y su postre misteriosamente inspirado para el Cristo moreno fue repartido con generosidad y hecho ahora una dulce tradición.

Receta Tradicional (Turrón Señor de los Milagros)
Ingredientes

MASA:
1 kilogramos de harina sin preparar
4 yemas de huevos
125 gramos de margarina
250 gramos de manteca
1 cucharadita de sal
2 cucharaditas de ajonjolí tostado
2 cucharaditas de anís
1 taza de leche
200 gramos de azúcar blanca
1 cucharadita de vainilla

PARA LA MIEL:
1 kilo de azúcar
6 tazas de agua
1 membrillo
1 manzana
1 trozo de piña
1 rama de canela
3 clavos de olor
1 cáscara de naranja
1 hoja de higuera

Preparación
En la mesa de trabajo poner la harina, hacer un hueco el centro, poner la manteca, la margarina, azúcar, yemas, ajonjoli, anís, leche, vainilla, ir uniendo con la mano hasta formar una masa homogénea. Luego formar palitos y ponerlos en una lata enmantequillada. Hornearlo a 180ºc de 12-15 minutos.

Miel: Cocinar todas las frutas en una olla grande con agua durante 15 minutos. Colar y agregar el azúcar, la hoja de higo y dejar hasta que tome punto de bola suave (248ºC)
Armando: Acomodar en una fuente los bastones juntos uno al otro espolvorear encima trocitos de palitos desechos, bañar con miel. Repetir el procedimiento poniendo cada capa en sentido contrario, hasta terminar. Cubrir con miel y decorar con grajeas.

Decoración
Grageas

Tips

Para que la miel no se escurra entre las capas, cubra las uniones con palitos desmoronados en miguitas pequeñas
Servir y disfrutar.



El dulce pasado del Ají de Gallina

Por Antonella Chiappe

Todos escondemos algún secreto de nuestro pasado, y el “Ají de Gallina”, uno de nuestros platos más representativos no es la excepción. Esta tradicional comida era, hace muchos años atrás, un riquísimo postre. Consistía en la mezcla de la pechuga de gallina desmenuzada, arroz, almendras, azúcar y el elemento principal proveniente de España: “Manjar Blanco”. Posteriormente se le quita la pechuga de gallina a la mezcla y hasta hoy, es un postre bastante pedido en España.

Al Perú llegaron ambas propuestas, la dulce y la salada, pero nos quedamos con el plato de fondo que es uno de los más aclamados en nuestro país por su delicioso toque de ají peruano. Se dice también, que el Ají de Gallina fue evolucionando y empezó siendo un plato consumido, en su mayoría, por parroquianos de la zona y llevaba hebras de carne de gallina con un sofrito de cebolla, ajos, ají y trozos pequeños de pan, acompañado de papas.

El día de hoy seguimos consumiendo, sin mayor cambio, este plato con diversos toques de sabor, sin embargo, hay personas que lo prefieren con huevos duros cortados, aceitunas, pecanas, lechuga, queso parmesano, entre otros ingredientes. Es difícil de creer que alguna vez en nuestro Perú el cremoso Manjar Blanco y la gallina iban de la mano llenando platos para el gusto de los comensales.



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Tarjetas Dulcemente Peruano