miércoles, 15 de junio de 2011

El dulce pasado del Ají de Gallina

Por Antonella Chiappe

Todos escondemos algún secreto de nuestro pasado, y el “Ají de Gallina”, uno de nuestros platos más representativos no es la excepción. Esta tradicional comida era, hace muchos años atrás, un riquísimo postre. Consistía en la mezcla de la pechuga de gallina desmenuzada, arroz, almendras, azúcar y el elemento principal proveniente de España: “Manjar Blanco”. Posteriormente se le quita la pechuga de gallina a la mezcla y hasta hoy, es un postre bastante pedido en España.

Al Perú llegaron ambas propuestas, la dulce y la salada, pero nos quedamos con el plato de fondo que es uno de los más aclamados en nuestro país por su delicioso toque de ají peruano. Se dice también, que el Ají de Gallina fue evolucionando y empezó siendo un plato consumido, en su mayoría, por parroquianos de la zona y llevaba hebras de carne de gallina con un sofrito de cebolla, ajos, ají y trozos pequeños de pan, acompañado de papas.

El día de hoy seguimos consumiendo, sin mayor cambio, este plato con diversos toques de sabor, sin embargo, hay personas que lo prefieren con huevos duros cortados, aceitunas, pecanas, lechuga, queso parmesano, entre otros ingredientes. Es difícil de creer que alguna vez en nuestro Perú el cremoso Manjar Blanco y la gallina iban de la mano llenando platos para el gusto de los comensales.



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